Verónica, una dentista de clase media-alta en Salta, conduce por una carretera desierta cuando su auto golpea algo. Sin detenerse a verificar qué atropelló, retoma el camino. En los días siguientes, una profunda confusión se apodera de ella: no logra reconocer a las personas cercanas ni comprender las situaciones cotidianas. Mientras su entorno sigue con normalidad, Verónica transita en un estado de disociación, incapaz de determinar si golpeó un perro o un ser humano.